martes, 11 de noviembre de 2008

Desilusión internacional en ciernes

El obamismo espontáneo


Para estosdias

Tras las expresiones de beneplácito de líderes mundiales tradicionalmente contrarios a Washington o al menos no tan cercanos ideológicamente, apuestan a que la “histórica” elección de Barack Obama se traducirá en un relajamiento del engreimiento imperial de los Estados Unidos, lo que no deja de ser un espejismo porque el senador Obama, en tanto que ciudadano estadounidense, ha sido criado en la doctrina del Destino Manifiesto, pensamiento del que no podrá desligar sus decisiones ni sus acciones en tanto presidente, al margen del delicado equilibrio que debe mantener al interior de su país respecto a las presiones de la opinión pública y los fanáticos del otro partido.

Incluso estudiosos como el politólogo chileno Manuel Antonio Garretón pronosticaron el fin de la "estrategia imperial" instrumentada por Bush y los republicanos. El analista, quien también es profesor titular en el Departamento de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile aseveró que se trata "de una estrategia imperial que acompaña la globalización, la tergiversa y favorece a los sectores poderosos".

Tal afirmación aparece de algún modo respaldada por el líder cubano Fidel Castro quien en su momento expresó sentir admiración por Barack Obama en contraposición a su rival republicano John McCain a quien tildó de "viejo, belicoso, inculto, poco inteligente y sin salud." Y de quien dijo, representaba la posibilidad de una guerra y la continuidad del imperialismo.

Personajes como Nelson Mandela, Hugo Chávez, Michelle Bachelet, Cristina Fernández y el propio Fidel castro, han saludado su advenimiento como el inicio de una nueva edad histórica, la posibilidad de un mejor entendimiento entre las naciones de la tierra y ese Estado convencido de su misión de gobernar al mundo bajo la lente de su particular visión política y económica.

Y puede que la experiencia conjunta de los líderes mundiales les mueva a suponer tal cosa, pero el mejor consejo es no dejarse deslumbrar con lo que parece ser, pues lo que de él se conoce hasta ahora es un discurso diseñado y esgrimido en campaña política y los escenarios tienden a cambiar lo suficiente como para causar “ajustes” en el discurso y las acciones de los políticos, sobre todo en el contexto de una economía tan inestable como la que el gobierno de Bush II deja al mundo.

Así que el beneplácito por la elección de Barack Obama podría en el mediano o largo plazo transformarse en decepción, cuando el hasta ahora senador por Illinois anteponga el pensamiento y los valores tradicionales estadounidenses –como se espera de él- a los intereses y conveniencias de otras naciones con las que se relaciona en diferentes órdenes.

Por lo pronto, ya el presidente de Guatemala, Álvaro Colom informó que los gobiernos centroamericanos invitarán al nuevo presidente de Estados Unidos a la próxima sesión de gobernantes de los países del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), lo que esperan de él es una revisión de asuntos migratorios y económicos.

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