domingo, 13 de febrero de 2011

Cada vez más próximo

martes, 1 de febrero de 2011

Instantes marinos en el muelle de la T

Por Yolanda Colina

La brisa me acaricia, por momentos siento la fuerza del aire que alborota mi pelo lanzándolo por todos lados y golpeándome la cara, la humedad es pegajosa pero fresca y agradable. Estoy sentada en una gran roca de las que están amontonadas formando el rompeolas, todo a mi alrededor es mar, las olas se estrellan en las piedras muy cerca de mí, formando una lluvia de gotas frescas con las que se antoja ser mojado. Ese momento intenso se intercala con la capa de espuma que se retira para darle paso a una nueva ola.

Miro libremente a lo lejos, siento todo mi cuerpo en armonía, con una paz que provoca la respiración intensa y pausada, el mundo está allá… parece demasiado distante, aunque si volteara hacia atrás lo vería apenas a cincuenta metros. Disfruto buscando a lo lejos la aleta del tiburón que desde niña he deseado descubrir esperando tener una emoción intensa en medio de la tranquilidad.

Invariablemente he ido acompañada a ese lugar, sin embargo el diálogo que recuerdo es el que ha hecho conmigo el mar con quien me he sentido libre, y a la vez siendo parte de ese infinito. Por momentos descubro con la mirada unos erizos entre las rocas y algunos peces que me han acompañado cada vez que estoy ahí, parecieran ser los mismos, los siento cómplices de estos momentos inolvidables.

El muelle de la T ha estado ahí desde que soy, no siempre lo puedo recorrer caminando, pero cuando paso cerca lo transito con la mirada, al llegar a las rocas me transporto para detenerme un momento junto a alguna gaviota.

Durante los cuarenta años que no he vivido cerca del mar lo he extrañado tanto que al principio salía de casa y esperaba encontrarlo a la vuelta de la esquina. Varias veces me sorprendió no verlo. En este momento de paz al cerrar los ojos he vuelto a disfrutarlo, ahí está con su olor a sal, con los golpes de las olas que nunca dejan de sorprender y, con esa humedad infinita que tanto gozo, incansable, eterno.